El cementerio de Highgate pertenece a un grupo de cementerios llamados "los siete magníficos", el primero era Kensal Green en 1833, seguido por Norwood en 1838, Highgate en 1839, Abney Park, Brompton, y Nunhead en 1840, y finalmente Tower Hamlets en 1841.
Fue fundado por un abogado que se inspiró en el famoso cementerio de Pere-Lachaise de París (en el que está la tumba de Oscar Wilde).
Está dividido en dos zonas, una para los creyentes anglicanos y otra para los disidentes, ademas de numerosas catacumbas.
La espectacular arquitectura neogótica de algunos de sus mausoleos, con sus maravillosas esculturas, muchas de ellas de ángeles y animales exóticos, hacen de estos verdaderas joyas arquitectónicas.Muchos años de negligencia siguieron a ambas guerras mundiales, donde le fue permitida a la naturaleza asumir el control total en detrimento de las catacumbas y los monumentos.
Su belleza ahora se muestra en la manera que la naturaleza se ha permitido reclamar su lugar legítimo, combinandose con el arte y la arquitectura hasta crear un lugar lúgubre absolutamente desemejante de cualquier otro cementerio.Los árboles fueron creciendo e invadieron toda su extensión, convirtiéndolo más en un parque que en un lugar de reposo de los difuntos.
Desde su construcción ha protagonizado todo tipo de historias de terror, y en su interior se han llegado a organizar cacerías de vampiros, exorcismos y ceremonias paganas.
La profanación de tumbas fue algo habitual en este cementerio durante mucho tiempo. Hasta que la "Asociación de Amigos de Highgate" se hizo cargo de su conservación.Uno de sus atractivos es ser el lugar de descanso eterno de personajes ilustres como Karl Marx y Charles Dickens.
Fue fundado por un abogado que se inspiró en el famoso cementerio de Pere-Lachaise de París (en el que está la tumba de Oscar Wilde).
Está dividido en dos zonas, una para los creyentes anglicanos y otra para los disidentes, ademas de numerosas catacumbas.
La espectacular arquitectura neogótica de algunos de sus mausoleos, con sus maravillosas esculturas, muchas de ellas de ángeles y animales exóticos, hacen de estos verdaderas joyas arquitectónicas.Muchos años de negligencia siguieron a ambas guerras mundiales, donde le fue permitida a la naturaleza asumir el control total en detrimento de las catacumbas y los monumentos.
Su belleza ahora se muestra en la manera que la naturaleza se ha permitido reclamar su lugar legítimo, combinandose con el arte y la arquitectura hasta crear un lugar lúgubre absolutamente desemejante de cualquier otro cementerio.Los árboles fueron creciendo e invadieron toda su extensión, convirtiéndolo más en un parque que en un lugar de reposo de los difuntos.
Desde su construcción ha protagonizado todo tipo de historias de terror, y en su interior se han llegado a organizar cacerías de vampiros, exorcismos y ceremonias paganas.
La profanación de tumbas fue algo habitual en este cementerio durante mucho tiempo. Hasta que la "Asociación de Amigos de Highgate" se hizo cargo de su conservación.Uno de sus atractivos es ser el lugar de descanso eterno de personajes ilustres como Karl Marx y Charles Dickens.
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